Una mirada Aristotélica actual

 Las Situaciones que permean una cultura parecen tener ciclos con una constante que es la lucha por el poder y la violencia.

Si se hecha un vistazo atrás, esa lucha por el poder se ha manifestado de manera global en diferentes contextos, y Colombia una patria joven no ha sido la excepción, desde los mismos tiempos de la emancipación han surgido las preguntas; ¿Cómo conducir la patria? y ¿Quién conducirá la patria?, por ello, las divisiones no se hicieron esperar, dado el poco consenso entre las formas de pensar la patria. Antes de la organización actual en forma de republica unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, como lo menciona el articulo 1 de la constitución nacional de 1991, Colombia atravesó por varios intentos de organizarse a través de constituciones, experimento diferentes formas de estado, y ha sufrido variaciones respecto a las instituciones publicas, todo ello derivado de las decisiones de quienes han ejercido o ejercen el poder.

Aunque se vive en un estado social de derecho, las divisiones que dieron origen a los partidos políticos, hoy se mantienen, la disputa del poder siempre ha sido protagonista, teniendo en medio la multitud del pueblo que fue tomando también partido con uno o con otro o con ninguno según su parecer, o ideología política.

Asi, siempre ha existido la violencia en la historia Colombiana con la lucha entre partidos por el poder, desde la época de la independencia hasta la actualidad. Por citar un ejemplo, entre 1948-1958, se vivió precisamente un periodo conocido como "periodo de violencia", nombre atribuido por los hechos ocurridos en tal década que marcaron la historia, pero, paradójicamente violencia siempre ha habido, esto evidencia una marca cíclica, pues, si de décadas se trata, cada una esta marcada por acontecimientos propios de la violencia, como si cada vez que se termina un hecho le siguiera otro y así sucesivamente y lo que se vivió y se vive en cada periodo de la historia, vuelve y se reinicia con otro ciclo de características similares.

Entonces, si se hila la historia incluso antes del periodo de independencia, sobresale de cualquier manera la violencia y poder; Empezando con lo acontecido antes de la conquista, pues, entre los grupos que habitaban el territorio, ya existían disputas por la tierra, las mujeres y los recursos, luego, con la conquista por parte de los Europeos, se desato sometimiento y violencia, después, en la colonia con los abusos de la corona, y desde el periodo de independencia hasta la actualidad los fenómenos sociales, políticos y económicos están permeados por la violencia, es como si los hechos dentro de la historia cambiaran, pero, no el móvil "Violencia y poder", y si se sale del contexto Colombiano, todos los territorios también han tejido historia propia con esta característica en común, así en el mundo la violencia es común, como si desde el big-bang existiera la manifestación del poder y la violencia.

Por ello, la lucha por el poder va mas allá de lo político y la manifestación de la violencia va mas allá del motivo, cualquiera que sea, pues, ambos, poder y violencia se unen en si al ser una capacidad de actuar sobre el otro, y lo que se conoce como justicia es un fin social en su concepto normativo, pero, no es un fin que contrarreste la violencia, o equilibre el poder.

Frente a este aspecto, Aristóteles afirma que; "la justicia universal es la suma de virtudes en las relaciones sociales", frase que deja mucho que pensar, y aun mas, cuando continua complementando respecto a; "la justicia particular, que es una parte del total de las virtudes", con lo cual, se podría inferir que si no existen virtudes no hay justicia, y así, al abordar lo que para Aristóteles es la violencia, este la define como una contrariedad, ya que, las cosas que suceden con violencia van en contra del deseo o del razonamiento de quien la comete, pero, al mismo tiempo la ve como una necesidad, porque la violencia a su modo cumple la razón de necesidad, en los sucesos o hechos que no pueden ser de otro modo, lo que demuestra que incluso definir la violencia es una situación racional compleja, porque la violencia se opone a la necesidad de la naturaleza, pero, no se opone a la necesidad de los seres humanos, donde solo se vislumbran la forma y el fin.

Entonces, la violencia se podría ver como un mal necesario que equilibra las fuerzas del mundo, pues, el mismo mundo fue concebido con violencia, y así tras un desorden viene el orden, tras la tempestad viene la calma, tras una guerra viene un acuerdo, hasta que se reanuda el ciclo nuevamente, y así siempre habrá un motivo, una forma y un fin. 

Apelando a la moral ¿es adecuado que cada ser haga de la violencia una necesidad?, ¿Es preciso establecer un limite, pues, la violencia es un rango de menor necesidad?, tal vez, cada quien pueda responderse estas preguntas desde su actuar y concepto propio, ya que,  si la violencia obliga a alguien a ejecutar una acción en contra de su voluntad, ¿por que no rechazarla y abrir otras soluciones?, acaso ¿la voluntad no se puede dominar?, aquí la respuesta es muy concreta; La violencia así como el poder son vicios del hombre que no se domina, pero, si quiere dominar a otros.

Asi, la prudencia y la virtud que predicaba Aristóteles ¿realmente existen en la sociedad de hoy?, bien lo decía el filosofo griego:" La victoria mas dura, es la victoria sobre uno mismo". 

Aristóteles; Filosofo Griego,
(384 a.c-322. Macedonia)
Escuela Peripatética
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Hasta la próxima reflexión...

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