La Quinta de Bolívar en Bogotá Colombia; La maquina del tiempo a 1800

Al concluir los anteriores artículos, que a propósito puedes visitar con un clic sobre los siguientes vínculos; Lugares curiosos y misteriosos en Bogotá Colombia  y Lugares curiosos y misteriosos en Bogotá parte II; Historia de Bogotá, pensamos que no todo esta dicho sobre los lugares que hacen parte de Bogotá en Colombia y su importancia, ya que, cada lugar posee una historia, que hace parte de la historia de la ciudad y de nuestra misma historia, pues a través de ello comprendemos y entendemos quienes somos, porque el lugar donde habitamos hace parte de nuestra identidad colectiva e individual.

por ello, los hechos que cuenta cada lugar son cursos sin costos sobre la administración de los recursos, la administración del pais, su desarrollo y el porque, para que, como y donde de las problemáticas que existen en lo político, social y económico dentro de nuestra sociedad.

Además, el conocimiento del lugar que se habita no solo genera sentido de pertenencia, participación e identidad y arraigo, sino que también constituye un ejercicio de ubicación espacial en su sentido literal, porque conocer la ciudad es conocer la entraña misma por donde nos movemos cada día, así estos relatos constituyen una dinámica espacio - temporal, donde es importante reconocer la ciudad de hoy, pero también la que fue, como antecedente para planear y actuar en el hoy para el futuro. Este ejercicio lo recomendamos como familia que educa, independientemente del modelo o enfoque a través del cual lleves las riendas de tu proceso educativo, porque mirar el lugar que habitas es mirarte a ti mismo, en una introspección que te permite comprender tu entorno y saber quien eres y de donde vienes.

Así, la historia es una herramienta que nos ayuda a avanzar, no es un cuarto encerrado para quedarse a vivir en el pasado, agradecemos a quienes nos leen y comparte su opinión a través del mail de Naolschool, nos agrada saber que les es útil la información y la propuesta de indagar para conocer los orígenes o por lo menos para acercarnos a ellos, nos manifiestan que les resulta un ejercicio bastante productivo, no solo a nivel reflexivo y analítico, sino a nivel integral, ya que, en las opiniones tienen un renglón en común que dice; " Con razón", Con razón tal cosa o la otra, porque conocer lo que sucedió nos ayuda a comprender mucho de lo que sucede hoy en el pais, en nuestro contexto, tras el análisis del trasfondo de las historias que cuentan muchos lugares  y por esto decidimos traer hoy un relato que complementa los ya compartidos; La quinta de Bolívar en Bogotá Colombia, la maquina del tiempo a 1800,  entonces esperamos que también lo disfrutes a manera de tour por nuestra ciudad y puedas sacar tus propias conclusiones:



¿Sabias que la casa que fue propiedad de Simón Bolívar en Bogotá, ahora es la Casa museo Quinta de Bolívar?


De estilo colonial con hermosa fachada, la casa esta situada en la Localidad de La Candelaria, en la calle 21 con cuarta muy cerca del Cerro de Monserrate, el terreno data del año 1.680 y según nos contaron hasta 1.800 se construye la casa por iniciativa de un acaudalado comerciante de la ciudad que compra el terreno, aquel hombre deseaba una gran casa de descanso muy bien dotada y de arquitectura vistosa y por ello traer los materiales que requería y construirla le llevo 10 años.

Anhelando disfrutar de su casa de descanso el comerciante José Antonio Portocarrero falleció y nunca estreno su casa la cual paso como herencia a ser de sus familiares, quienes la vieron ostentosa, llena de jardines y fuentes, al punto que les pareció muy costoso su mantenimiento y la descuidaron sin prestarle mucha atención incluso tampoco la disfrutaron.

Luego, con el desarrollo de la causa independentista y la liberación de los territorios de la corona española, esta familia de apellido Portocarrero fue exiliada por la simpatía que demostraba hacia la corona española y al irse del pais abandonaron sus propiedades incluida la casa que nadie utilizo, así para el momento en el cual se firma el acta de independencia en 1.819, esta casa se hallaba dejada.

Así, la casa fue comprada por el nuevo gobierno como regalo para el General Simón Bolívar, por su servicio prestado a la patria y ahora como presidente necesitaba de una residencia. Bolívar acepto la casa y la visito en el año de 1.821, tras una corta estancia a Bolívar le gusto mucho la casa con su aire de descanso, que para la época descrita se encontraba a las afueras de la ciudad, porque Bogotá en ese momento era una ciudad muy pequeña con 172.000 habitantes (en la actualidad mas de 7 millones) y al ver el potencial que la rodeaba, con vista al cerro de Monserrate simplemente le encanto.

Entonces, entre 1.821 y 1.826 Bolívar dedicado a sus campañas libertadoras y la conformación de La Gran Colombia, habito la casa de manera itinerante dado que se ausentaba mucho de la ciudad para atender otras situaciones ligadas con la independencia de los territorios vecinos, pero quien si la habito de manera permanente en ese tiempo fue su pariente Anacleto Clemente, quien realizaba festejos y reuniones sin prestarle atención al aspecto y mantenimiento de la casa, por ello decayó este lugar nuevamente.

Después, con  la llegada de Bolívar en 1.827, este encuentra la casa decaída y se molesta, Bolívar asumió los gastos al manifestarle a Santander que necesita componer la Casa que se caía a pedazos y Santander se apoya en Juan Arrubla para reparar la casa utilizando el sueldo de Bolívar para efectuar los pagos del arreglo, cuyos costos finales ascendieron mas que la compra de la casa, pero, devuelven a la casa la vida y el prestigio, pues del gusto de Bolívar se construyo una chimenea de mármol, que posteriormente seria objeto de admiración, porque en la ciudad solo existía una casa con chimenea, y también se construyo un baño que recogía las aguas del rio, cuya construcción incluía un mirador, construcción inspirada en los Termas romanos privados, de menor tamaño, para refrescarse y asearse, ya que, en aquella época Bolívar era un hombre con esmerado aseo y se bañaba varias veces en la semana, contrario a los hábitos de ese entonces donde resultaba inapropiado bañarse a diario o muy seguido. 

De otra parte, Manuelita Sáenz que acompaño a Bolívar en el Perú y durante sus campañas libertadoras, se encuentra con èl en Bogotá a finales de 1.827 y mientras tanto se instala en la casa, así la casa termina de tomar vida, pues ella se apersona de la decoración y sus jardines convirtiéndola en una casa muy bien amoblada y adornada donde se respiraba por fin un ambiente tranquilo y amable.

Tanto Bolívar como Manuelita la habitaron llenándola de energía y se convirtió en un sitio de reuniones políticas muy renombrada dentro de la comunidad de la época. A propósito, en aquel momento era mal visto por la sociedad que una mujer viviera con un hombre sin haber contraído matrimonio, por lo cual para evitar las habladurías, Manuelita después de un tiempo alquila una casa para vivir allí, muy cerca del palacio de San Carlos, sede del nuevo gobierno, pero continua frecuentando la quinta y organizando reuniones, por aquella época la casa era punto de encuentro de reuniones políticas, agasajos y fiestas, así que lo que sus paredes escucharon resulta muy interesante dado que en aquellas reuniones se tomaban decisiones importantes sobre el destino de La gran Colombia.

Pero, aunque para 1.828 Bolívar asumía la presidencia desde Bogotá, su estancia en la casa era escasa, ya que,  prefería quedarse en El Palacio de Gobierno, pero los momentos en los cuales la casa cobijo a Bolívar lo llenaban de tranquilidad, pues contaba con un salón de reuniones, un salón de lectura que era precisamente el de la chimenea donde tenia su biblioteca, un salón de juegos, una huerta que disfrutaba, pues apreciaba bastante comer ensaladas frescas, la alberca y el baño y su alcoba con vista al cerro, así se puede decir, que el General Bolívar paso poco tiempo en la casa pero fue tiempo muy estimado por él.

Al transcurrir los meses y después de la Convención de Ocaña, Bolívar no duraría mucho tiempo en Bogotá, pues con los actos de atentado a su vida y el ambiente intranquilo y agitado que se respiraba en la ciudad por cuenta de las sublevaciones hacia su gobierno y enfrentamientos entre Centralistas y Federalistas, todo aquel malestar le impulsarían a marcharse junto con Manuelita y entonces ¿Qué sucedió con la casa?

Después de emprender su viaje, al poco tiempo Bolívar Fallece en su recorrido en el punto de Santa Marta donde quería abordar un barco rumbo a Europa y con la muerte de Bolívar Manuelita fue expulsada del pais por el nuevo gobierno y perdió sus derechos, incluso el que habría podido tener sobre la casa, ya que, la casa quinta fue traspasada a  un hombre llamado José Ignacio Paris, quien era un empresario acaudalado de la época,  muy amigo de Bolívar y al parecer por el gran aprecio que Bolívar le tenia, le dono a su hija Manuela Paris (menor de edad en ese momento) la Casa legalizándola con la escritura a nombre de su padre antes de marcharse, aunque su nuevo propietario de aquella época al parecer nunca la ocupo y su hija tampoco, se dice que por la estrecha amistad entre Bolívar y Paris, Bolívar fue muy generoso con él, pues Bolívar le dio nombramientos, concesiones y permisos para encargarse de las minas de esmeralda, favores que le ayudaron a este hombre a amasar una fortuna y además le regalo la casa,  pero a finales de 1.830 el señor Paris ya había cedido la quinta a la señora Matilde Baños, para que funcionara como lugar de instrucción y contribuir con la instrucción publica, la parte positiva es que el Señor Paris continuaba encargándose de la casa y embelleciéndola con estatuas y fuentes, 

Entonces, a partir de 1.850 la historia de la casa se resume como  centro de reuniones políticas conservadoras donde participaban los jóvenes de la elite capitalina y en los momentos donde nadie la vigilaba fue centro de recreación de las familias Bogotanas, que utilizaban sus terrenos para recrearse, comer sobre el césped al estilo picnic, bañarse en el rio San Francisco que pasaba por la propiedad, utilizar el baño y la alberca y así muchos iban a pasear por la Quinta.

Luego, en 1854 allí funciono el colegio de señoritas Santa Ana bajo la dirección de la señora Ana Parini de Lasalle, que posteriormente cerro, para ese entonces el Señor Paris ya había fallecido en 1.848 y su hija Manuela a quien Bolívar le regalo la casa desde el inicio se apersono de ella hasta 1.870 cuando se la vendió a Diego Uribe, hombre adinerado que volvió a invertir en reparaciones como ya lo habían hecho dueños anteriores, así la restaura y la vende. Entre 1.870 y 1.880 la casa se compra y se vende pasando por varios dueños que solo la compraban para abandonarla y  despojarla de su grandeza.

Por ello, de las estatuas, las finas fuentes traídas de Italia, los maravillosos jardines, solo quedaba un paso marchito y la casa decaída, perdiendo así el encanto y con ello desaparecieron también los muebles, la biblioteca de Bolívar, los enseres, las vajillas de porcelana y los cubiertos de plata, no había ya nada de lo que Bolívar dejo, ni uno solo de sus cuadros y  para 1.891 se convirtió en Casa Centro de Salud y con esta actividad paradójicamente los arboles que rodeaban la casa murieron, luego paso a otro dueño transcurridos 8 años y así en 1.898 fue Fabrica de Bebidas Bolívar, una ironía que una bebida alcohólica llevara el nombre del libertador en la que fue su casa, fabrica que funciono hasta 1.906 para convertirse en Fabrica de Curtiembres aprovechando el paso del rio, así en los baños que Bolívar había mandado construir con una alberca para zambullirse y relajarse ahora yacían pieles de animales, esta actividad contamino la casa y la deterioro terriblemente hasta 1.919 cuando la compra otra persona que tiene como deseo honrar la memoria de Simón Bolívar, ya no con una bebida fermentada o con pieles sino su intención era embellecerla, así la compra final de la casa la hace el estado Colombiano en 1.922 para hacer realidad la finalidad de honrar la memoria de Simón Bolívar convirtiéndola en el museo Bolivariano.


Hoy, un siglo después de haber sido comprada por el estado, las memorias de la casa la vuelven a habitar, 222 años de historia desde que pusieron el primer adobe, dejando atrás las actividades descontextualizadas que la invadieron, se restauro para que quedara lo mas parecida posible a lo que fue cuando la habito Bolívar hace 192 años.

Así, el Museo es una entidad del Ministerio de Cultura de Colombia, donde los visitantes pueden traspasar las barreras del tiempo hacia la época de cuidado que le dio Bolívar y Manuelita en ese ambiente del siglo XIX, con pinturas y murales, adornos con guirnaldas y rosas que quedaron expuestos después de quitar capas y capas de pintura, se restauraron las paredes que estan compuestas de diversos materiales, pues a lo largo de las décadas le pusieron ladrillos con cemento que al retirar escondían los adobes hechos de una mezcla de paja, barro y popo de vaca y el piso era tierra pisada cubierta por tejidos de junco o esteras, que venían siendo como una especie de tapete con el cual se cubría el piso, la casa después de sus pesares y restauración es Monumento Nacional.

Entonces, se encuentra ambientada a la época con muebles, artículos, utensilios, libros, entre otros que ya no eran los que estaban en la casa, sino que han sido puestos para amoblar y recrear el ambiente, el museo y sus encargados se dieron a la tarea de realizar una caza de artículos de la época y pertenecientes a Bolívar que trajeron del Palacio de Gobierno, lugar llamado el Palacio de San Carlos, donde habito y se desempeño como presidente, otros artículos fueron donados o comprados a coleccionistas, para lograr tener algunas cosas que realmente si tuvieron que ver con Bolívar,  algunas familias que tenían artículos de el o de la época se los donaron o se los vendieron para volver a darle vida a la casa, así la caminata a través de las salas, el salón principal, las habitaciones, El comedor, la cocina, recrean una casa de campo.

Para tener en cuenta, se tiene acceso a los recorridos y actividades que programa el museo comprando un tiquete, a través de actividades tanto presencial como virtuales se comparte la historia de la casa y su dueño mas celebre, donde sobresalen temáticas contextualizadas a la vida colonial, independentista y los cambios a los cuales ha estado sujeto el territorio Colombiano como naciòn, se aborda con lecturas y diálogos la vida y obra del Libertador, y por su puesto los datos históricos no estan alejados del entorno, toda la naturaleza que rodea la Quinta, si te interesan estas actividades se puede consultar quintadebolivar.gov.co en la programación cuelgan todas las actividades, en las cuales se puede participar incluso desde otro pais virtualmente. 






















Reunir la información a través de relatos y cuentos de los abuelos es un portal del tiempo, hay que preguntar a los abuelos, ellos son enciclopedias que a través de la tradición oral traen las historias de los lugares de la ciudad y lo que fueron al presente, también mirar libros viejos ayuda a tejer la historia, y al final de la investigación encontramos este documento en la biblioteca virtual del Banco de la republica que también te puede interesar; https://www.banrepcultural.org/biblioteca-virtual/credencial-historia/numero-99/usos-y-transformaciones-de-la-quinta-de-bolivar.

La descripción de la construcción original de la Casa Quinta, cuyo nombre original era la Quinta de Portocarrero, es muy similar a varias casas de la época que aun siguen en pie, tanto en la ciudad de Bogotá como municipios aledaños, los materiales que los historiadores y restauradores especializados encontraron de manera original en la quinta; los pisos de tierra pisada y los adobes de paja, barro y popo de vaca prensados es muy familiar, porque así es la casa del abuelo.

El abuelo le compro su casa a un amigo y este a su vez la había adquirido de una pareja de ancianos que vivían de su huerta, así en la casa del abuelo la construcción original  tiene paredes de adobe y pisos de tierra pisada que fueron cubiertos por tablones gruesos de madera pálida, en estas paredes no se puede martillar una puntilla para colgar un cuadro o instalar una repisa porque se desboronan, en una parte que el abuelo restauro se ven los adobes de color café y al hurgar por curiosidad se ve que realmente era una mezcla terrosa la que se obtenía, con residuos de paja, algunos estaban recubiertos por un alambre fino para evitar la perdida de sedimentos, el techo es de guadua recubierta con la misma mezcla, el adobe se recubría con mezcla similar para alizar la pared que luego era recubierta de cal y la pintura que se utilizaba para dar color a la pared era en base de cal, agua y pigmentos, los mas utilizados eran verde, azul, naranja, rojo y pálidos como beige, gris y abanó, de esta manera en la ciudad aun quedan muchas casas con historia.

Para terminar, como es de esperar las historias de fantasmas y apariciones en la Quinta le terminan de dar ese toque fantástico, aunque como tal no obtuvimos un testimonio, dicen que se escuchan ruidos, los mismos que son el idioma de la casa, pero mas que las historias de fantasmas que la habitan, la historia de la casa es muy curiosa, esa historia en si misma es la que atrapa hoy a sus visitantes, porque al recapitular desde que la comenzaron a construir en 1.800 parece que ninguno de sus dueños la disfruto por mucho tiempo, fue una casa que nació para atender muchas personas de la alta sociedad que pasaron por ella, pero a la final nació sola y quedo huérfana, todos invertían en ella para restaurarla o arreglarla y siempre sucedía lo mismo; pasaba a otras manos, ni siquiera el mismo Bolívar la consideraba como suya, como ese lugar que representa arraigo, después de que invirtió bastante dinero en levantarla de nuevo, solo la disfruto algunos días entre 1.828 y marzo de 1.830 antes de marcharse. Así la casa solo tiene como dueña la historia.

¡Hasta la próxima!





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